ESPECIALIDAD EN DEMANDA
Desde el inicio de la pandemia se ha dado una gran demanda de los archiveros con conocimientos en la digitalización. La Escuela Nacional de Archivística presenta su primer proceso de admisión virtual, el cual permitirá, por vez primera, formar cuadros en otras ciudades del país.
En los últimos años, el trabajo de los archivos en el Perú ha logrado una profesionalización. Antes, no era una carrera técnica, lo cual ocasionó un desfase frente a otros países que sí contaban con estos especialistas.
“Recientemente, se ha dado un interés por formar y darle un realce a la profesión de archivística. Ya el archivero no es aquel funcionario que era castigado, o no quería trabajar, o que carecía de formación”, comenta José Reyna, director de la Escuela Nacional de Archivística (ENA).
Esta tendencia se refleja en las últimas convocatorias de las entidades públicas, las cuales especifican que se requieren egresados de la ENA para los puestos en archivo. (En su página web, la institución presenta una bolsa de trabajo donde las entidades del Estado cuelgan sus pedidos de practicante o trabajadores de profesión archiveros).
Nuevas tendencias
Ha ido creciendo el mercado laboral de los archiveros. Y a raíz de la pandemia, hoy se demanda muchos profesionales, pero con conocimientos en la transformación digital.
“Los archivos mayormente son físicos y no se ha hecho una buena inversión en la digitalización de los archivos de las entidades públicas. Hoy, la nueva tendencia del trabajo virtual se necesita de archiveros capacitados en la digitalización. Es una brecha que cubrir con profesionales con conocimiento de estos temas”, subraya Reyna.
El pionero
En el caso peruano, la profesionalización del archivero se inició oficialmente a partir de la creación de la ENA, entidad que ha cumplido 29 años y es la única que brinda formación de este tipo a escala nacional.
Pero fue el jurista huanuqueño Guillermo Durand Flórez (1915-1986) la figura vital para la archivística peruana. Fue voz del Perú ante la Asociación Latinoamericana de Archivos (ALA) e impulsador de diversos proyectos del rubro con auspicio de entidades internacionales. Por ello, cada 21 de octubre los archiveros conmemoran el Día de Durand Flórez.
A inicios de los ochenta Durand, ya entonces exjefe del Archivo General de la Nación, fundó el Centro de Capacitación para Archiveros, preocupado por la falta de profesionales en el rubro.
En 1992, por el reglamento de la Ley 25323, del Sistema Nacional de Archivos, se crea la Escuela Nacional de Archiveros mediante el Decreto Supremo N° 008-92-JUS, de 1992. Hace tres años cambió de nombre a Escuela Nacional de Archivística y se rige por la Ley N° 30512, la Ley de Institutos y Escuelas de Educación Superior y de la Carrera Publica de sus Docentes.
Formación
La ENA ofrece dos tipos de formación. La formación profesional ofrece la Carrera Profesional Técnica en Archivística que dura tres años, con cursos específicos de digitalización como Archivos Electrónicos y Gestión Documental.
“Ya no todo es papel para los archiveros. Ahora el mundo moderno, el archivero va a poder manejar archivos desde su casa. Pero no se trata solo de digitalización sino de conocer toda la línea de producción y la normativa al respecto: el marco legal, los abogados fedatarios. Es decir, la labor del archivero es multidisciplinaria, donde se trabaja con abogados, con ingenieros de sistemas y otros”, dice.
En el caso de la formación continua, la institución ofrece diferentes capacitaciones de formación archivística.
Se trata de diversos cursos de 20 horas de duración, como el programa de control de documentos, el de organización documental y o el digitalización documental. Además de cursos básico (de 80 horas lectivas), intermedio y avanzado de archivo.
Sector privado
Estos cursos de la ENA son tomados en su mayoría por quienes trabajan en las áreas de archivo, sobre todo de las entidades públicas (incluidas las Fuerzas Armadas).
Para Reyna falta “un tema de conciencia” en el caso del sector privado, que no están obligados a guardar los documentos como el sector público. Pero hay empresas que cuentan con estos profesionales, como los estudios de abogados, por ejemplo, aunque expedientes y casos son temas privados.
Convocatoria virtual
La ENA por muchos años funcionó en locales alquilados. A partir del 2004 tiene local propio en el distrito de Pueblo Libre, donde cuenta con siete aulas y laboratorios de cómputo y microformas.
Por la emergencia sanitaria del covid-19, las clases pasaron el año pasado de presenciales a virtuales para 72 alumnos que en la actualidad cursan la carrera en forma remota. Pertenecen a dos promociones de archiveros que egresarán este año, en julio y diciembre.
Por la pandemia, el 2020 se suspendió el proceso de admisión. Este año se ha retomado y será la primera convocatoria virtual al examen de admisión en la historia de la ENA, que se desarrollará el 11 de julio.
Para el director, lo importante del nuevo proceso de admisión es que permitirá captar a muchos alumnos de provincias.
“La escuela solo tiene una sede, en Lima. Este proceso virtual nos da la oportunidad de que puedan postular gente de las diferentes regiones del Perú y puedan estudiar en modalidad semipresencial”, explica.
Aporte descentralizado
Opina que si vemos que a nivel de Lima Metropolitana se ve que, en algunos casos, las instituciones no le dan la debida importancia a sus archivos y la formación de sus profesionales, la realidad en las provincias es más preocupante: los gobiernos regionales y locales no cuentan con personal capacitado y no se sabe cómo estarán sus archivos. Hasta el cierre de esta edición, se conocía de la postulación de personas de Arequipa, Lima y Trujillo.
Recuerda Reyna que el Archivo General de la Nación, a través del Sistema Nacional de Archivos, busca que todo el personal de archivo en todo el país sea capacitado y así tener mejores archivos.
Hoy se podrá capacitar a los gobiernos locales y regionales, los que implementarán nuevos presupuestos para darle la importancia que requieren sus archivos.
José Antonio Vadillo Vila
Periodista
jvadillo@editoraperu.com.pe